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Se cumplían en el año 2000 los cuatrocientos años del nacimiento de D. Pedro Calderón de la Barca, conmemorado con exposiciones, congresos, ediciones conmemorativas, como corresponde a nuestro principal dramaturgo del Barroco e integrante del canon universal. Su teatro forma parte del patrimonio de la humanidad, y así lo prueban las numerosas traducciones a las principales lenguas y las repetidas puestas en escena –dentro y fuera de España–.
En la obra de Calderón de la barca hay una pluralidad y variedad de niveles y registros, que van del más profundo drama filosófico y tragedia política de la ambición y el poder a la comedia de enredo –en la que hasta se burla a veces de su propio sistema teatral o de sus dramas serios-, al complejo mundo lúdico de la risa de entremeses y mojigangas, sin olvidar, claro, el monumento simbólico, de belleza singular, que son sus autos sacramentales. Y tuvo, además, la suerte de coincidir con quien llevó la pintura a la cima de perfección: Velázquez.
"El Secreto a Voces" es una de las más importantes y conocidas comedias de Calderón de la Barca. Ejemplo sobresaliente y destacado de la comedia de enredo, que introduce al lector en un mundo apasionante de engaños, tretas, equívocos..., por causa del amor. Esta muy bien construida, con un ritmo de acción y ritmo escénico, que cautivan al lectro y espectador de hoy, con unas protagonistas capaces de conseguir lo que se proponen. A fin de cuentas, una bella comedia de amor, con sus enredos, sus intrigas, sus engaños..., que terminarán felizmente, y con bello verso de quien fue uno de los principales escritores del Barroco.
Dentro también del género de las comedias de enredo, "La desdicha de la voz" nos muestra al mejor Calderón del teatro de complicadas intrigas dramáticas, con cruces de amores, equívocos, situaciones sorprendentes..., que tanto gustaban en su siglo y siguen haciéndolo hoy, también en muchas películas. Teatralidad que cautiva con sus complejos mecanismos y con personajes memorables como doña Beatriz, cuya habilidad para el canto va causándole sucesivos problemas, como ya indica el título de la comedia.
El estudio y edición de la obra se debe a José María Díez Borque, Catedrático de Filología Española de la Universidad Complutense de Madrid, especialista en la literatura española de los Siglos de Oro.
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